Viernes por la noche, la ansiedad, la emoción, el reencuentro con ellos, Los Kjarkas en el escenario legendario del Luna Park, aplausos, gritos, la alegría contenida estalló en el primer acorde.
Un espectáculo increíble, ellos gigantescos intérpretes y tremendos músicos, los seis ponchos andinos blancos estremecen hasta los andes, conformado por Elmer Hermosa, Gastón Guardia, Gonzalo Hermosa, Gonzalo Hermosa Jr., Lin Angulo y Makoto Shishido
Canciones de ayer y hoy todas hacían vibrar a un estadio lleno, abrieron el show con “ A Nadie”, letra de Gonzalo Hermosa G. y música de Elmer Hermosa G., siguió un clásico emotivo “El Árbol de mi destino”, en homenaje a uno de los creadores de Los Kjarkas, Ulises Hermosa, y posteriormente a pedido de Gonzalo Hermosa, se apagaron las luces y sonó “Canción a mi hija”, cantada con la iluminación de miles de almas con la luz del celular, momento emotivo e impecable
Tres bailarinas, entraron al escenario con Bella Mujer una Morenada que hizo a todos bailar, Tuna Papita , un Tinku con un vestuario maravilloso, Vivo por Ti cantado por Elmer hermosa, y el tema Padre Sol entre la coreografía y los acordes un momento mágico
Más de dos horas a puro sentimiento andino, son doce almas en el escenario, frente a un estadio completo, con la alegría que caracteriza al altiplano, Latinoamérica viva en pleno centro de Buenos Aires, eran necesario verlos, su público lo necesitaba, el encuentro de muchas generaciones, son 50 años de gran profesionalismo, su música es eterna, son eternamente los mejores.
Se les otorgó un reconocimiento por su trayectoria, como decía el conductor ellos son Bolivia, una noche grandiosa.
Temas como La Pícara, Te vine a ver, Cara bonita, A Nadie, Saya Sensual, Cicatrices, Fría, Warmicita, Amorosa Palomita, Vivir junto a ti, Jilguero Flores, Llorando se fue, Wayayay, Tiempo al Tiempo ,Ave de Cristal, Bolivia tan importantes, emocionantes y que el público no dejo de cantar, no se podían ir, no se querían ir ellos tampoco, cerraron con Chuquiago Marka, se estremeció el Luna, llego el final.
Recital histórico, como dijo Ulises hermosa, la palabra Kjarkas nunca tiene que morir, 50 años de una trayectoria impecable, la fuerza y la fortaleza sigue intacta, gracias por tanto.